Para vestir un poco el clásico hot-dog, basta con trabajar un poco dos de sus adrezos tradicionales: la cebolla y el tomate. Primero caramelizamos la cebolla. Como mengua mucho, necesitaremos dos cebollas grandes para un solo bocadillo. Podemos aprovechar para caramelizar muchas más, así dispondremos de una buena reserva para los bocadillos de la jornada. Después pasaremos por la brasa cuatro tomatitos cherry, aunque si queremos ganar tiempo también funciona un tomate cortado en rodajas y pasado por la plancha. Montamos el bocadillo -por este orden- con la cebolla caramelizada, la salchicha pasada por la plancha o hervida, un buen chorro de mostaza, el pepinillo cortado a lonchas longitudinalmente y el tomate.